Un ómnibus lleno de monjas choca con un tren y se mueren todas.
Cuando llegan al Paraíso tratan de atravesar el portón para entrar, se encuentran con San Pedro.
El Santo le pregunta a la primera monja:
- Hermana Teresa, Ud. ¿tuvo alguna vez contacto con un pene?
La hermana sonríe tímidamente y responde:
- Bien... una vez toqué la cabeza de uno, con la puntita del dedo.
- OK... - dice el Portero del Cielo - ..meta la punta del dedo en esta pila de agua bendita y atraviese el portón.
San Pedro le pregunta a la segunda monja:
- Hermana Beatriz, Ud. ¿tuvo alguna vez contacto con un pene?
La hermana traga saliva y dice:
- Bien... una vez acaricié uno.
Siendo así, - determina San Pedro - meta toda la mano en el agua bendita y atraviese el portón.
De repente se arma un despelote en las filas de monjas.
Una de ellas empieza a empujar a las otras para pasar primera.
Cuando la monjita agotada llega al comienzo de la fila, San Pedro le pregunta:
- Hermana, ¿por qué está tan apurada?
Y la monja responde:
- Es que si voy a tener que hacerme gárgaras con ese agua, mejor lo hago ahora, antes de que la hermana María se lave el culo!
JAJAJAJAJA!!!
MiS DaToS PeRSoNaLeS.·.
25 noviembre 2008
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